Sin techo

 

Hay un pozo de amargura

en su mirada,

clavada en los adoquines

de la plaza en que mendiga.

“Sin techo. Ayuda.

Admito comida”.

Así grita silencioso

el cartel que oculta

la tristeza infinita

que taladra sus entrañas.

Nadie atiende, nadie mira.

Es invisible,

es una estatua de carne,

mobiliario urbano,

objeto decorativo de mal gusto,

un resto olvidado

por el camión de la basura.

Nadie atiende, nadie mira.

Nadie advierte en sus harapos

una persona con pasado:

un hijo, un joven, un marido,

un padre,

quizás un artista fracasado,

un poeta.

Hay un pozo de amargura

en su mirada.

Se está ahogando,

pero nadie acude

en su ayuda.

Esta entrada fue publicada en Poemas recitados, Poesía, Poesía Social. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*
Para verificar que eres humano introduce la solución a la ecuación matematica que se plantea en la imagen. Click on the picture to hear an audio file of the equation.
Click to hear an audio file of the anti-spam equation